miércoles, 2 de noviembre de 2011

Sin Tiempo

Las últimas gotas de sudor de la noche caían sobre su rostro como lo hacían las manecillas del tiempo.
El espejo no arrancaba sonrisas y en la ducha solo había agua fría.
El murmullo de una promesa martilleaba su cabeza, una vaga idea que se convirtió en deseo.
Volvió a despertarse sin ser a tiempo. Volvía a ser tarde de nuevo



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