miércoles, 24 de agosto de 2011

Valiente caballero

Corría como nunca lo había hecho en su vida.
 Blandía su espada con firmeza manchada con la sangre de cuántos enemigos se habían cruzado en su camino. Las flechas silbaban por encima de su cabeza y los gritos de guerra aturdían sus sentidos. De repente, un leve tropiezo le hizo precipitarse contra el  suelo.
 Al levantarse, se percató de que el terrible dolor que le trastornaba provenía de un raspón en la rodilla derecha a la altura de la bermuda.
Escuchó una dulce voz en la lejanía: ‘’ ¿Te has hecho daño mi vida? Ven, que…’’
Pero hizo caso omiso, recogió su espada del suelo y lleno de rabia y valor corrió en busca de una nueva aventura.




lunes, 22 de agosto de 2011

La brisa suave de la noche estival

Y Cuándo me pregunten si la primavera existió, si llegaron los arrullos de los ríos rebosantes de agua y los trinos matutinos de un pájaro cantor, tendré que negarlo y repetirlo hasta que no me quede voz, No, nada de eso llegó. Pues cada vez que se entornaban los ojos, cada vez que no se oía nada alrededor, volvía la brisa suave de la noche estival, los susurros sin palabras volvían a sonar…. Y mi mochila tan vacía que no la puedo llenar,  sin cántaros para lágrimas que se acabaron de secar...el camino vacío, sin poder mirar atrás, a solas con migo mismo…quien querría pedir más.

Trigal con cuervos- Van Gogh



domingo, 21 de agosto de 2011

La dama blanca

La dama blanca invadió las calles de repente, sin querer avisarlo. Golpeado por el frío se transcurría sin sentido, sin lugar ni condición, sin saber lo que pasaba, al pensar lo que pasó. Pero todo sucedía a pesar del interior, con sonrisas sin sentido, carcajadas sin razón…Pero en el trasfondo más helado de ese oscuro corazón, cuervos negros picotean esperando su ración




Paisaje nevado con Arles al fondo-Van Gogh

sábado, 20 de agosto de 2011

Otoño

El otoño llegó raudo, y las hojas que algún día hasta sin luz brillaron, cayeron marchitas, demasiado rápido.  La Lluvia se apoderó del tiempo, encharcando miradas de manera sutil, pues ni siquiera en las tardes  que arreciaba el viento conseguían arrancar las ramas de aquellos perdidos recuerdos. La oscuridad se apoderaba del día al tiempo que yo volvía a esa ventana a mirar en silencio como reías…Lo que extrañaba el calor de tu sonrisa.


Paisaje en otoño con cuatro árboles- Van Gogh

viernes, 19 de agosto de 2011

Noche de verano

Sucumbía el calor a la ligera brisa acomodada en la noche de verano.  Las luces que flotaban se posaron, en ojos descuidados. Se libraron de cadenas nuestras manos,  y los cuerpos separados  sin buscarlo al encontrarlo como ramas de una hiedra sin querer se entrelazaron.  Y al vender la distancia por besos descuidados y las cortas despedidas por aquellas que de dulces se amargaron, el calor pasó de largo, pero sus huellas se quedaron.


Noche estrellada sobre el Ródano- Van  Gogh

martes, 16 de agosto de 2011

Un día cualquiera

Suspendido entre un ligero y vago sueño tu cuerpo descansa un centímetros por encima de la cama. De manera drástica, el reloj despertador situado encima del escritorio desciende la flotabilidad con un golpe congelador que acaba instantáneamente con el dulce calor de las sábanas.

Pinceladas de realidad se transforman en un reflejo que provoca distorsiones en tu rostro y discusiones entre armarios, peines y los más variopintos cosméticos que disfracen de color el gris  de entre tus párpados.

La leche está demasiado caliente, la tele demasiado baja, la mañana un poco fría y tus ojos demasiado grisáceos. Sonríes al preguntarte si ponerse  la ropa al revés te dará suerte. Sabes que no.

El Transporte público te abruma, y te alineas junto a la ventana escarchada para aislar tu mente un momento más del resto del mundo. Vuelve a sonar esa puta canción. Vuelven a bailar figuras compuestas de una memoria, figuras hoy inertes, que ya son solo la sombra de lo que fue un pasado mejor.

El sol ralla los edificios que imponentes intentan retrasar su salida, aún sabiendo de su derrota.  Ya ha comenzado. Respiras al bajar los tres escalones que te separan de la acera.  Una bocanada de aire frío te invade como si acabaras de salir del agua, tras haber aguantado la respiración durante demasiado tiempo…

Paso firme, vas armado así que olvida el pasado, no descuides tu espalda, hay monstros ahí fuera…No deja de ser, un día cualquiera.