miércoles, 21 de septiembre de 2011

El poeta entre el espejo y la duda

Paladares finos encallecidos por el tiempo, entramados por los años
Hicieron de lo amargo dulce y de lo dulce olvidado
Profesores de la vida, sin cartera ni contrato, sin manzanas a la entrada
Y en sus brazos como hermanos.

Viajando hacia la duda, donde nadie conoció mi tristeza
Portando en las maletas solamente las historias buenas
Pues las otras son más largas que el veneno de las venas
De los hombres que sentados vieron terminar la guerra

Me equivoque al decir pronto cuándo en realidad fue nunca
Tropecé al decir nunca cuándo descubrí que fue tal vez
Y Tracé Telarañas para sentirme atrapado
Con los deseos de estrellas que surcaron mi piel.


1 comentario:

Una Mente Desordenada dijo...

La duda del poeta siempre es grande!