martes, 6 de diciembre de 2011

El pensar del inconexo futuro de ayer.


Las luces brillaban más cerca de lo que sus ojos podían alcanzar.
Suavemente deslizó su tacto por entre las gotas que cayeron la noche anterior pero que se guardaban en la ventana como si no quisieran volver a marcharse. Y todo volvía a tener el mismo sabor.

-¿Por qué sólo somos futuro? -Caía todo tan rápido que era difícil pararse a apreciar la sencillez de cada segundo y la armonía de todo movimiento. Tan fácil que parecía hasta difícil de comprender.
Atesoraba las palabras inconexas trabadas entre lenguas que bailaban con zapatos de charol, aunque para esfumarla bastara con una fugaz idea que vivía colgada de otra estrella. Otra belleza tintineante que dejaba el perfume de su prematuro final.
Solamente somos futuro, pues del pasado ser forjaron las cenizas de hoy y ese día ya ha pasado, ese minuto voló.
Nadie dormía, todos vivían y esas gotas de luz se acercaban más y más. Cerrando los ojos se veía real y agarrando esa congelada barandilla al borde de otro abismo, se sentía de verdad.

-Todo suena a fortuito, nunca deja de sonar,  mañana es en dos horas, es ahora, nada más
Sonrió frente al telón de su cabeza, de esas ramas conectadas, enlazas sin cordura y al azar. Sonrío cuándo volvía y comprobaba, que ellas nunca se podrían apagar.

Rouen Soir

viernes, 2 de diciembre de 2011

Bicicletas en Amsterdam

Bicicletas en Amsterdam todas juntas a la par
Incomprendidas, oxidadas, sin expresión
Sin distinción, ni condiciones  sin ninguna otra razón
Que la de sin buscar lo extraordinario simplemente funcionar
Y Recorrer calles de agua tras perder su identidad .

No corrieron con belleza ni con mucha habilidad
Fueron más que todo eso pero nadie las supo mirar
Y quedaron estancadas  en un círculo sin final
Olvidando los recuerdos, los sueños  e inclusive amar.

Bicicletas en Amsterdam , eran otras quizás
Rotas pero atadas, siendo más entre un millar
No importando quien serían, quien fueron, quien serán
Solo girando les basta…solo basta con andar.