miércoles, 19 de enero de 2011

Hombres, jugando a ser la muerte.


La pena de muerte es una de las tantas barbaries que hemos sido capaces de llevar a cabo los seres humanos.
Desde siempre ha sido la solución fácil, una manera rápida de librarse de un problema, una injusticia, la humillación de un ser humano hasta las últimas consecuencias, una forma de realizar campaña política, un instrumento, un espectáculo, un reclamo social.

Nos creemos evolucionados. Creemos que nuestras sociedades están en un punto álgido del desarrollo social e incluso nos reímos  de las sociedades del siglo XIX y principios de XX, de su pobre avance tecnológico y de sus conflictos socioculturales; pero que la pena de muerte siga existiendo hoy en día es uno de los símbolos de la hipocresía que se respira en todo el mundo.

Porque sí, damas y caballeros, ayer en Washington se reunieron los líderes de las que podrían ser las mayoras potencias mundiales del hoy y del mañana: Los Estados Unidos de América y China.
 Un país como EEUU, al que el mundo admira, en el que nos queremos ver reflejados, a los que casi veneramos por ser quienes son, los dueños de todo el mundo; de nuestro dinero, de nuestro sustento, de nuestro ocio, de nuestras costumbres, de nuestra mente y  en algunas ocasiones….de nuestra vida, llegando hasta el punto de ser los protagonistas de nuestra televisión nacional en algunas ocasiones. En ese país se ejecutaron desde  1976 hasta hoy a 1115 presos. De esto hace 35 años. Pero  en 2006  fueron ejecutadas 56 personas…….en el país de la libertad.
Y que decir de China. Una dictadura de la era moderna, un autentico régimen como los de antaño, pero con la antítesis de disfrutar de toda la libertad que requiera, pisoteando alegremente a sus compatriotas  y limpiándose el culo con los derechos humanos. Un país que es capaz de retener desde 2008 a un premio Nóbel de la paz, por escribir un libro, por tener una idea.  Sin repartición de poderes, un hombre con el poder supremo, un emperador que oprime a su pueblo o mejor dicho, a sus súbditos.
En China se ejecutaron a más de  1010 personas en 2006.
Un juicio rápido. Una sentencia. Una furgoneta o Un estadio, en definitiva un lugar acordado. Una bala en la cabeza. Métodos modernos, costumbres medievales.
Nadie hace nada. Miramos fijamente al país que fue capaz de deslumbrarnos en 2008 con los mejores juegos olímpicos de la historia y se dice que serán los dueños del mundo y por supuesto EEUU sabiendo esto debe limpiarle los zapatos a Hu Jintao con la lengua…que honor, al hombre más poderoso del mundo.
Porque hay países que no  quisieron  cambiar después de la segunda guerra mundial. Y otros que si cambiaron, pero que viven desinteresados, acobardados o simplemente se lavan las manos en un cántaro lleno de hipocresía y sangre.

Pero ¿Cómo somos capaces los seres humanos de llegar a estos extremos, de seguir así?
Nos rebajamos al criminal que supuestamente ha cometido un crimen, pagándole con la misma moneda. Ojo por ojo. Seguramente  habrá ciudadanos que no dejarán de votar al gobernador que llevó a la silla a un inmigrante al que se le permitió comprar un arma y masacró a uno de sus vecinos.
Somos capaces de ver como muere un semejante, un igual, saboreare ando la venganza, y no sentir  como nuestra humanidad se desvanece junto al hombre que está siendo ejecutado.

 Todo Esto viene a raíz, de que dos jóvenes que fueron condenados siendo menores de edad en Yemen, cuando es algo ilegal según las leyes de este país de oriente próximo.
Amnistía internacional ha mandado un llamamiento online para salvar a estos chicos.
No sabemos si servirá de algo…pero un clic será suficiente para haberlo intentado.

Realmente solo hay algo que ha detenido al hombre de realizar actos que chocan de frente con su moral y sentido de la vida: el miedo por uno mismo. Pero el poder siempre será superior a ese miedo.



1 comentario:

Estrella dijo...

Mas de la primera mitad parece un discurso abolicionista, contra la pena de muerte, quiero decir para ser radiado,locutado,vociferado. Expresa rabia,indignación,furia,fuerza.
El desenlace te devuelve a lo terrenal y te reconcilia con la realidad, Después el dato el por qué.
Me ha gustado mucho el tema.Sacado de la estantería de la hipocresía, como el hambre la pobreza, las guerras. Todo el mundo está en desacuerdo, pero se mira a otro lado.